El Viejo Sandoval:
Nacido y criado en Fomerrey 25, Monterrey, Nuevo León, El Viejo Sandoval lleva en su nombre el homenaje a su abuelo, su primera fuente de inspiración artística. Desde joven, fue parte activa del movimiento urbano, inmerso en la cultura callejera que lo moldeó. Su vida estuvo marcada por el breakdance, el skate y el parkour, disciplinas que no solo le enseñaron a moverse, sino a expresarse sin miedo, dejando huella en cada paso y en cada truco.
La pasión por la escritura le llegó temprano, desde la primaria, y desde entonces no ha dejado de crear. Ya subía sus primeros videos a YouTube, experimentando con palabras y rimas. A los 12 años comenzó a competir en skate y breakdance, no por trofeos, sino por el puro placer de expresarse a través del movimiento. El breakdance, en particular, se convirtió en su refugio, un espacio donde encontró tanto disciplina como libertad, valores que aún lo guían en su camino.
Sandoval siempre ha sido alguien que rompe barreras y desafía las normas, trazando su propio destino. Para él, hacer música no es solo rimar; es llevar un mensaje que trasciende las palabras, que vibra más allá de cualquier escritorio o cuaderno. En 2019, decidió arriesgarlo todo. Comenzó vendiendo sus canciones en el Parque Fundidora, financiando sus estudios y sobreviviendo en el juego de la música independiente. Hoy, sigue creando con el mismo corazón, la misma pasión que lo impulsó desde el principio, siempre fiel a sus raíces, siempre fiel a sí mismo.
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